“No hay espectáculo más impresionante que ver amanecer desde la plaza de Armas de la antigua ciudad, cuando despuntan en la imprecisa luminosidad del alba los macizos templos color ocre oscuro y los balcones coloniales, los techos de tejas, la erupción de campanarios y torres y, en todo el rededor, el horizonte quebrado de los Andes que circunda como una muralla medieval al que fue el orgulloso “ombligo del mundo” en tiempo de los incas”, escribió en El País nuestro premio nobel, Mario Vargas Llosa, tras su última visita a Cusco.

La belleza y la majestuosidad de Cusco lo colocan como el principal destino turístico del Perú, y una de las más importantes del mundo. Es la capital histórica del país, fue la capital del Imperio Incaico -ciudad más importante del Virreinato del Perú-, conserva un rico legado histórico que le da un ambiente místico y sagrado. En 1983, Cusco es considerado Patrimonio Cultural de la Humanidad. En 2007, el Santuario Natural y Ciudadela de  Machu Picchu es elegida una de las siete maravillas del mundo, ubicado sobre una elevación rocosa unida entre dos montañas: Huayna Picchu y Machu Picchu, a 130 kilómetros de Cusco, provincia de Urubamba.

El 2014, la ciudad del imperio incaico recibió a un millón 141 visitantes, entre nacionales (299 mil) y extranjeros (842 mil). Mientras que Machu Picchu recibe diariamente a 2,500 personas, y genera ingresos anuales de 100 millones de soles.

Cusco está rodeado de maravillas arqueológicas como: la fortaleza de Sacsayhuaman, Q’enqo, Puca Pucara, Tambomachay o baños del inca, Qorikancha, Pisac, Ollantaytambo, Chincheros, Tipón, Pikillakta.

En el Valle Sagrado se encuentra la mayor concentración de sitios arqueológicos del país, los lugares más recorrido por los turistas son: Pisaq, Calca, Yucay, Urubamba, Ollantaytambo, Chincheros, Moray, Maras.