— febrero 15, 2016 a las 7:13 pm

“Uno de los grandes responsables de racismo en el Perú es la televisión”

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Wilfredo Ardito,  abogado y activista peruano promotor de la erradicación del racismo, habla sobre las responsabilidades civiles y gubernamentales para enfrentar el racismo y la discriminación. Afirma que a pesar de la existencia de una legislación que sanciona actos de discriminación y racismo, el primer paso para enfrentarlo es la educación y la urgencia por la existencia de una entidad autónoma capaz de evaluar y sancionar  estos casos.  Señala a los medios de comunicación como los grandes responsables del racismo en el Perú y los incita a tomar conciencia de su compromiso social.

Wilfredo Ardito

P.- A diferencia de otros países, como Brasil y Estados Unidos, el movimiento contra el racismo en el Perú es sumamente reducido. ¿Por qué?
R.- Es muy cierto, en los países mencionados y en otros más, la gente es muy consciente de que hay un problema de racismo y que si no se hace algo esto va a seguir. En el Perú, se niega el racismo, se dice  que no existe o que les pasa a otros y eso no ayuda a solucionar el problema. Por eso, cuando hay movimientos contra el racismo en el Perú estamos hablando de minorías y no de millones como los que salen a protestar en otros países. Acá son pocas decenas de personas que además no son personas discriminadas, sino que actúan por solidaridad. La gente que es realmente discriminada tiende a bajar la cabeza, a ocultarse porque siente que se exhibe su situación de discriminación.

P.- ¿Considera que los gobiernos anteriores no le habían dado una adecuada importancia a la erradicación del racismo?
R.- Sí, pero yo creo que esto es algo progresivo. Hubo muy poco en la época de Fujimori, muy poco en la época de Toledo, en el segundo gobierno de García ya hubo una ley más contundente contra la discriminación que mejoró con el gobierno actual. Por su parte, el Ministerio de Cultura tiene el programa “Alerta contra el racismo”. También, ha habido más normas municipales contra la discriminación. Entonces, poco a poco se va a avanzado  y esto va generando más conciencia y es más factible que una persona denuncie eso ahora.

P.- ¿Sigue habiendo dificultad para percibir el problema del racismo? En el caso de las esterilizaciones forzadas, por ejemplo. ¿Cree que se percibe racismo en este tema?
R.-  Todavía la gente no lo ve. Todavía es como un tabú,  no quieren ver el racismo inclusive donde es más evidente.

P.- En nuestro país existen diversas instituciones que se encargan de enfrentar los casos de racismo. Sin embargo, en la práctica, estas no pueden sancionar ¿Debería implementarse una institución enfocada solo a evaluar y sancionar prácticas contra el racismo?
R.- Eso también ha pasado en Bolivia, ellos se dieron cuenta de que tenían una entidad que era parecida al Ministerio de Cultura pero que no podía sancionar, solo podía orientar. Para poder sancionar tenían que ir al Poder Judicial en donde los mismos magistrados no entienden el problema; entonces en el otro lado tienes a la gente competente que además entiende el problema, pero no puede sancionar. Debería haber una institución especializada, así como lo es Indecopi (Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Propiedad Intelectual) que sanciona los temas de libre competencias; debería haber un organismo especial, probablemente administrativo, que sancione las prácticas de racismo. Aunque lo más importante no es la sanción, sino la educación para corregir y prevenir estos hechos.

Wilfredo Ardito 2

P.- ¿De los 19 candidatos presidenciales alguno realiza una propuesta interesante para enfrentar el tema del racismo?
R.- Yo he leído que se habla de los temas indígenas, pero no del tema de racismo. Ahí debería haber un debate sobre sus propuestas al respecto. Yo creo que la mayoría ni lo ha pensado, pero sería justo hacerlos pensar para que se den cuenta de que esto es un problema y una responsabilidad.

P.- Las escuelas están reproduciendo las desigualdades sociales, ¿Sin una fuerte inversión en educación pública puede erradicarse el racismo?
R.- En los colegio es muy fuerte el problema del racismo y son muchos los profesores que no están preparados para enfrentarlo. En este sentido, el chico de rasgos más andinos o el chico que es negro son propensos a que sufran distintas formas de discriminación y esos son temas que habría que trabajar. Todavía no hay una política contra discriminación en los colegios y yo no sé si es tan importante la inversión económica como generar conciencia en profesores y padres de familia que esto es un problema y son muchos los casos de chicos que sufren de racismo por sus compañeros no solo en colegios particulares, como usualmente se cree, sino también en colegios estatales. Está también el hecho de que la calidad de educación en muchos colegios estatales no es muy buena, pero yo creo que el racismo va por cómo se está generando una sociedad que ve lo blanco con mucha ilusión y desprecia lo afro o lo andino y les parece muy normal esto.

P.-  ¿Enfrentarlo desde la vía política es el primer paso?
R.- Sí, visibilizar la discriminación como uno de los grandes problemas que tiene nuestra educación. Un chico que tiene problemas de autoestima no se va a poder desarrollar adecuadamente y si siempre le han dicho que vale menos por su color, por su tamaño o por su apellido entonces es más difícil que salga adelante y eso sucede en los colegios. Los colegios son una fuente de baja autoestima en la sociedad, donde los chicos que tienen mayores oportunidades maltratan al que ellos consideran inferior  y ahí hay mucho por hacer.

Tiene que visibilizarse cómo se reproduce el racismo, se tiene que enfrentar el problema con su nombre y buscar políticas para enfrentarlas, de lo contrario el problema se va a mantener.

P.- ¿La incorporación de nuevas variables en las categorías del Censo Nacional como la de “indígena” o “afro descendiente” podría incidir de alguna manera en que los actos de racismo disminuyan?
R.- Esto es un poco curioso en un país como el Perú en donde hay tanto mestizaje y  la mayoría de gente prefiere calificarse como “mestizo”. Por ejemplo, si a mí me preguntarán si soy afro descendiente; yo respondería que sí porque tengo antepasados afro. Pero un hermano mío que es muy blanco, también tiene antepasados  afro solo que a él probablemente no lo considerarían como un afro descendiente. Entonces, ¿qué se entiende por afro descendiente? ¿Alguien descendiente de afros? ¿O alguien que tiene rasgos afro? Y si la respuesta es si tiene rasgos afros no hay motivo para hacer la pregunta, sino que es algo que el propio encuestador lo puede contestar. Lo mismo sucede con los indígenas, ¿quién no es indígena? Yo creo que una pregunta en el censo tiene que ser si realmente contribuye a algo. A lo único que nos puede llevar esa pregunta es a saber quiénes necesitan una política especial. Por ejemplo, hay que saber cuántos afro peruanos hay para evitar la discriminación en ese sector. Pero si nosotros tenemos que gente afro no va a decir que es afro y gente blanca va a decir que es afro, se distorsiona la realidad y el resultado es que va a aparecer que hay más afro peruanos en Miraflores que, por ejemplo, en Ica, porque en Miraflores la mayoría quiso decir que era afro. El resultado puede llevar a una individualización porque los que digan que son indígenas o afros probablemente sean muchos menos de los que realmente hay.

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P.- ¿La televisión es un medio que promueve actitudes racistas ?
R.- Permanentemente, la televisión es uno de los medios que de manera mucho más potente ensalza las figuras de las personas con rasgos europeos, y a las personas andinas, o afro peruanas, orientales o amazónicas las invisibiliza o las estereotipa poniéndolas como exóticas o como delincuentes. Entonces, un niño de seis años no ve en televisión a gente como él, salvo que sea rubio. Algunos canales lo hacen de manera sistemática como Plus tv, que es uno de los canales más racistas que existen, pero hay otros que también lo hacen en cuanto a la publicidad, la selección de quiénes aparecen en telenovelas, o en realities como Combate y Esto es Guerra. Hay un componente racista muy fuerte en los medios de comunicación y esto termina retroalimentándose y haciendo que muchas personas, sobre todo niños y adolescentes, terminen teniendo sentimientos de autoestima muy bajos sobre su apariencia. Uno de los grandes responsables de racismo en el Perú es la televisión y eso deberían de saberlo los padres de familia, porque al no saberlo exponen a sus hijos a contenidos que después le van a generar problemas muy serios.

P.- Entonces, ¿cómo enfrentar los estereotipos de la televisión?
R.- Sería urgente una reunión con los anunciantes y directivos de los canales y decirles que están haciendo daño; que su programa de televisión estaría adecuado para otro país pero no para el Perú.  Ellos están reproduciendo estereotipos, haciendo sufrir a la gente y por su culpa está pasando esto. El Estado tendría que  evidenciarlo. También  incluso que los propios canales tengan una actitud diferente, que digan que van a dejar esa estructura porque no siempre ha sido así. Hay que buscar en los medios una responsabilidad social y si no se logra tendrían que tomarse medidas como se hizo en Brasil con las telenovelas en donde se obligó a las productoras a tener un porcentaje mínimo de actores negros y fue ahí cuando las telenovelas brasileras cambiaron. Entonces, no fue porque los directivos de los canales quisieran cambiar algo, sino por una obligación que el Estado les impuso. Yo no soy partidario de que estos cambios sean por ley, pero si hay una sistemática resistencia, el cambio tendría que venir por una norma.

P.- Dos casos controversiales de personajes televisivos como el “Negro Mama” y la “Paisana Jacinta” han sido respaldados por una gran audiencia que además los califica como no ofensivos, ¿por qué es tan difícil notar cuando suceden actos de discriminación racial?
R.-  Es que es mentira, todos sabían que era racista y todos se reían de eso. El éxito que tuvo Jorge Benavides con esos programas es porque su público era racista. La gente necesita a alguien negro o andino para humillarlo, para eso lo veían. Hace unas semanas había una publicidad en las redes sociales que decía: “Por favor, no me reemplaces por alguien que tiene cara de artesanía prehispánica” y 10 000 personas, pusieron ‘me gusta’; 10 000 peruanos que probablemente la mitad tenía cara de artesanía prehispánica, pero estaban pensando que eso era chistoso. El éxito de los programas racistas en la televisión es que la sociedad peruana es muy racista y por eso les parece positivo burlarse de otros y por eso es que también esas personas, cobardemente, dicen que esto no es racista.

P.- Nuestra legislación sanciona a quienes cometen actos de discriminación. ¿Por qué no se hace efectiva en este caso?
R.-  Sí, pero nuestra legislación es aplicada por un Ministerio público y un Poder Judicial que no son conscientes de estos casos que se ven en la televisión, en internet en donde, constantemente, aparecen insultos racistas y no hay una reacción de su parte. En otros países, habría mucha gente que estaría presa por estos casos. Hay toda una responsabilidad de las autoridades que se convierte en un círculo vicioso porque ante la impunidad alguien podría decir o escribir en las redes sociales una cosa espantosa y seguir haciéndolo porque sabe que no va a pasarle nada.

P.- ¿Qué tan comunes son las denuncias por racismo?
R.-  Muy pocas. Por ejemplo, en una discusión entre dos personas que se están insultando y de pronto alguien lanza la palabra “serrano” el efecto que se da en la otra persona es que la paraliza, no reacciona. Se usa para dar un golpe, pero no físico, sino moral. Esto sucede porque la mayoría de victimas de racismo se ha sentido tan humilladas y guardan silencio porque al contarlo la persona siente que lo está reproduciendo. El racismo es una experiencia muy humillante y dolorosa para las personas.

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P.- También sucede que quien realice una denuncia pueda ser tildado de “acomplejado”…
R.- La sociedad peruana en lugar de ser solidaria con la víctima de discriminación, lo llama “resentido”, “acomplejado”. En lugar de ser solidario con la víctima, es solidario con el victimario. A menos que el acto racista sea algo tan innegable, la gente no lo apoyará. El caso de Silvana Buscaglia y el policía en el aeropuerto, por ejemplo, allí todo el mundo lo vio, pero dos semanas después hubo un incidente parecido en Wong, pero la agresora sigue  libre, nadie la ha denunciado a pesar de que se sabe su nombre. Allí uno puede ver que quien tendría que moverse no es la persona agredida, sino el Ministerio Público, pero este no interviene.

P.- El año pasado se dio la primera condena por racismo que condenó a los implicados a tres  años de prisión y el pago de 1500 dólares. ¿Cómo se procede en los casos en donde la agresión es verbal, más sutil y los agresores no son identificados?
R.- En esos casos es como cuando a uno le roban la bicicleta o un celular; hay muchísimos delitos que no se pueden sancionar porque no hay posibilidad de encontrar al responsable. Al mismo tiempo, uno tiene que identificar que puede haber 400 insultos racistas en la página web de El Comercio o RPP y de esos 400, 390 son perfiles falsos, pero hay 10 que no los son y es a estos 10 que habría que investigarlos y castigarlos. De todos los insultos anónimos, sancionando a los 10 más visibles puede generar un impacto para la sociedad.

P.- ¿Qué sucede con las redes sociales? Vemos que aquí también existe una sanción contra actos de discriminación (artículo 323 de la Ley de Delitos Informáticos 30096), pero no hay mucha censura….
R.- Muchos abogados todavía ven a la internet como  fuera de la ley y no es así. Internet está obligada a cumplir un serie de leyes según cada país. Tiene que haber un Estado que tome en cuenta esto, pero todavía no sucede.

P.- Hoy en día, la tendencia mundial de globalización se enfrenta a la idea de diversidades étnicas. ¿Esta tendencia es positiva o negativa para un país tan diverso como el Perú? ¿Se puede considerar a la globalización como una herramienta que poco a poco desaparecerá estas diferencias?
R.- Debería ser, lo que pasa es que hay distintas formas de ver la globalización. Hay una globalización que impone una manera de ser y otra que respeta las diferencias. Cuando sucede lo primero, también se imponen determinados rasgos físicos como modelos, determinadas maneras de hablar, de vestir y esto es lo que puede hacer que en un país como el Perú, que está tan  acostumbrado a ver con admiración lo foráneo, termine profundizando la discriminación. Depende de cómo se maneje la situación, porque lo que debería darse es una globalización que genere mayor diversidad. Por ejemplo, la globalización debería reflejar que si el presidente de EEUU es negro, la gente en el Perú respete a los negros porque  el presidente del país más poderoso del mundo tiene estos rasgos y la asociación de  negros con ladrones no tendría más sentido. Manejar la globalización adecuadamente debería llevar a que esto se corrija.

P.- ¿Qué relación existe entre inclusión social y racismo? ¿El no conceder la categoría de “ciudadanos” a determinados grupos étnicos es el factor que perpetúa los casos de racismo?
R.- Sí por supuesto, la inclusión a las personas de determinados grupos puede ser una inclusión paternalista en donde la persona se vea como alguien que solo recibe y esto puede ser peligroso.  Una política de inclusión debe respetar las diferencias y que las personas puedan acceder a toda una serie de ventajas como ciudadanos.

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P.- El comentario que hizo Alan García calificando a los indígenas de Bagua como “ciudadanos que no son de primera clase” significó un atropello contra las poblaciones indígenas. ¿Qué mejoras se han dado entorno a este tema? ¿Hay más respeto e  igualdad por parte del gobierno?
R.- Sí porque hay una serie de políticas en el tema lingüístico, por ejemplo, por parte del Ministerio de Cultura y de Educación. Sin embargo, si nos centramos en el caso de Bagua, hay decenas de dirigentes indígenas que están siendo procesados por un delito que no cometieron y este juicio es más bien una represalia para los pueblos; no es un juicio que busca sancionar responsables. Es preocupante, pero el Estado muchas veces actúa de manera muy dura con los pueblos indígenas, a pesar de que tiene una deuda histórica con ellos, también tiene que solucionar muchas situaciones de discriminación que origina y esa es una tarea que no está concluida.

P.- ¿Qué prioridades debe atender el próximo gobierno respecto a los actos de discriminación?
R.-  El tema de una gran campaña contra el racismo en nuestro país y priorizar el tema de comunicación en los colegios.

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