Hugo Blanco, el líder histórico de la izquierda peruana, quien dedicó su vida a luchar por los cambios políticos y sociales del país nos habla en esta entrevista sobre el intercambio de cartas que tuvo con el escritor José María Arguedas, además de sus luchas y rebeldías en su larga trayectoria política. La última edición de su libro Nosotros los indios, relata los inicios de las rebeliones campesinas de Blanco en La Convención, Cusco, en los años sesenta. En las décadas siguientes Hugo estuvo preso y a punto de ser condenado a muerte, posteriormente liberado y tres veces deportado del país. Fue elegido para la Asamblea Constituyente en 1978, siendo el constituyente más votado luego de Haya de la Torre y Luis Bedoya; fue diputado en 1980 y senador en 1990.
A sus 83 años continúa bregando incansablemente por las luchas indígenas y amazónicas, participa activamente en manifestaciones sociales, y desde hace una década dirige el mensuario Lucha Indígena.
P.- ¿Qué motivó a Hugo Blanco a ser un luchador social?
R.- Todo comenzó cuando por primera vez vi como un hacendado le marcaba la nalga a un indio con una varilla de metal caliente, esas que usan para marcar a los animales, me quedé impactado con ello, desde entonces decidí luchar por la libertad y los derechos de los campesinos, ahí se definió que mi vida sería una vida de lucha.
P.- El intercambio de cartas que tuvo con José María Arguedas, poco después se suicidó, ¿cómo te sentiste después de ese suceso?
R.- Él quiso ir a verme en el penal El Frontón, yo pensé que no era un lugar para él, después me arrepentí, porque poco tiempo después se suicidó.
P.- ¿Cómo se inició ese intercambio de cartas?
R.- Todo comenzó, cuando la viuda de Arguedas solía hacer visitas colectivas que se daban en El Frontón, ella le comentó a Arguedas sobre mí, que yo era un simple indio, él no sabía nada sobre mi persona, hasta que decidió mandarme su libro “Todas las sangres” con una dedicatoria en español. La viuda me comentó que Arguedas tuvo cierto temor de hacerlo en quechua, y yo le respondí refutándole en una carta que no debería avergonzarse de su léxico y sus raíces indígenas, una vez enviada la carta él no tuvo duda de que yo era un verdadero indio, me contó que ese día no durmió, pues no podía creer que entablara comunicación con un verdadero indio, se sentía orgulloso de mis raíces.
P.- Solo una campaña nacional e internacional te salvó de la pena de muerte. Al final, ¿cuánto tiempo estuviste preso en El Frontón?
R.- Yo pasé siete años en El Frontón, y vino una representante del gobierno de Belaúnde a proponerme que trabajara para la reforma, yo tenía que trabajar para los burgueses, así que definitivamente dije: no, no acepté. No podía trabajar para un gobierno que dispara y atenta contra mi pueblo.
Tuve suerte, había dos dirigentes presos por política, ellos aceptaron la propuesta, y para poder sacarnos a todos tuvieron que crear una amnistía general, así nos deportaron a Suecia.
P.- ¿Por qué muchos afirman que la reforma agraria la realizó usted?
R.- Fue porque la Federación de Campesinos me nombró organizador de los Comités de Autodefensa en la Convención, pero fue desde ese entonces que empezaron a perseguirme, habían dos grupos, uno que era la Guardia Civil, que me querían muerto, y los otro fueron los de la PIP (Policía de Investigaciones del Perú), ellos me querían vivo, para suerte mía me encontraron primero los de la PIP, sino créeme que no te estaría dando esta entrevista ahora (risas). Me habían condenado a 25 años de pena privativa y durante ese periodo es que se empezó a dar la primera reforma del Perú, que fue durante el gobierno de Belaúnde. Mucha gente dice: la reforma agraria de Hugo Blanco, la reforma agraria es el resultado de la colectividad, yo no estuve presente cuando ello ocurrió, yo estaba preso.
P.- ¿Cómo fue su elección para llegar al Congreso de la República?
R.- Yo recuerdo que antes de ser diputado, cuando regresé de Suecia, donde estuve exiliado, me acerqué a la Tv para anunciar una marcha en contra del paquetazo que nos dejó el gobierno de turno, me manifesté y luché por la causa (contra el paquetazo), y al parecer eso fue lo que me catapultó, gané las elecciones en el segundo lugar para el Congreso, pero pese a ello, siendo diputado yo recibía maltratos físicos por parte de los guardias, ya que cuando el pueblo salía a las calles a luchar, ellos me separaban y me golpeaban, causándome un grave problema poco tiempo después.
P.- ¿Cuáles son los nuevos aportes en esta tercera edición de Nosotros los indios?
R.- En esta re edición de Nosotros los indios decidí resaltar un tema muy importante y que está afectando a los pequeños campesinos debido al expansión de las transnacionales, y otro punto es el cambio climático y tomo como referencia la supervivencia y la valoración de nuestra especie, el atropello a nuestra madre naturaleza, la minería, el efecto invernadero, esos son los temas principales de mi libro Nosotros los indios.
Los huaicos que han habido acá son producto del calentamiento global, pero igual se sigue atacando a la naturaleza, se sigue deforestando el pulmón del mundo, que es la Amazonía, que es la selva más grande del mundo, ¿para qué? para sembrar palma aceitera, caña de azúcar o transgénicos, que sirven para alimentar los carros, ni siquiera para alimentar a la gente.
P.- ¿Cómo ves la lucha de Máxima Acuña, y que le haya ganado a una mina tan poderosa como Yanacocha?
R.- Máxima es un símbolo de la resistencia, nosotros la tenemos como un emblema de la lucha indígena. La querían castigar por defender su tierra, ella no va a vender su parcela porque no quiere que maten a la laguna Azul que está frente de su casa.
Yo la respeto mucho, he estado con ella en varias marchas, hablo de ello en el libro, también, fui a visitarla una vez, y dormí a orillas de la laguna Azul, pero es un poco complicado llegar hasta su casa, ya que la minera ha tomado la carretera como suya, se ha apoderado de ella.
P.- ¿Cuáles son sus luchas más recientes?
R.- Mi lucha ahora es por el agua, también estoy con los amazónicos que luchan en defensa de la selva, que es el pulmón del mundo, también estoy en contra la agroindustria, porque practica el monocultivo que está empobreciendo la tierra, porque le meten abono químico a la tierra, además usa insecticidas y herbicidas que están matando la naturaleza, no les preocupa matar a la tierra porque después de matar la tierra, de cultivar acá, la multinacional puede ir a Asia y a África, a seguir matando la tierra, y además produce para la exportación, producen alcachofas y espárragos que chupan mucha agua, quitándonos el agua que tiene que alimentar a los peruanos.
P.- Como es el caso de Ica, el mismo modelo extractivista…
R.- El mismo modelo y lo mismo con el petróleo, envenenan los ríos de la Amazonía, los niños de la Amazonía tienen que bañarse en esos ríos contaminados, y que también matan a los peces que es el alimento de ellos, el extractivismo está matando a la naturaleza peruana.
P.- Para los gobiernos de turno las industrias extractivas representa crecimiento económico…
R.- Gracias a las industrias extractivas hay muertos en el país, porque envenena y se mata el agua para la pequeña agricultura que nos alimenta. La gran riqueza natural que tenemos está al servicio de las grandes empresas transnacionales que depredan todas esas riquezas, depredan con la minería a cielo abierto, depredan con la agroindustria que nos roba el agua para sembrar alcachofas y espárragos para la exportación, depredan con la extracción del petróleo, depredan con la pesca de la anchoveta incluyendo las crías que sirve para alimentar cerdos en Europa.
P.- ¿Cómo nació la iniciativa de publicar Lucha indígena?
R.- Cuando Javier (Diez Canseco) postuló a la presidencia, fui candidato al Parlamento Andino, eso es hace más de una década, ahí aproveché esos mítines para empezar a sacar Lucha indígena, que al principio lo sacábamos entre tres personas, ahora nos apoya gente del exterior: Canadá, Italia (…).
P.- ¿Cuál es la importancia de los movimientos indígenas?
R.- A nosotros nos dicen primitivos, y eso no lo tomo como insulto, nos dicen salvajes, y yo digo que tampoco lo tomo como insulto, porque salvaje es el que no está domesticado, el cóndor es un animal salvaje, la gallina es un animal doméstico, yo prefiero ser cóndor a ser gallina.
En todo el mundo están viendo la importancia de los indígenas como defensores de la naturaleza, por eso ahora el movimiento indígena tiene cada vez más apoyo y respaldo. La característica de los indígenas del mundo es que tienen gran solidaridad y precisamente cuanto más primitivo entre comillas es un indígena es más solidario. Otra característica fuerte es el amor y el respeto a la naturaleza, y los indígenas tienen esa característica de que gobierne la colectividad no el individuo, de que debe haber solidaridad entre nosotros y de que hay que defender a la naturaleza como hijos de ella que somos y no atacarla como si fuéramos sus enemigos.
P.- ¿Usted cree que el Frente Amplio tiene la posibilidad de llegar al poder?
R.- ¡¡En la vida!! Sería algo estúpido pensar que la izquierda llegaría al poder en el Perú, ya que detrás de todo están las empresas transnacionales, no lo van a permitir, porque sus intereses se verían afectados, y eso no sería beneficioso para ellos.
P.- ¿Cómo ve la situación en Venezuela, qué opina respecto a la represión que vive la población venezolana?
R.- La derecha está asesinando a muchos venezolanos, es muy difícil la verdad la situación que se vive allí, espero que en algún momento pueda cesar la violencia y el pueblo pueda gobernar.